Malva Seco
El título surge de una flor que, al secarse, conserva su color y su fragilidad como un testimonio de belleza detenida en el tiempo. Malva seco no habla de lo marchito, sino de lo eterno: de aquello que sobrevive a la transformación, que encuentra fuerza en la delicadeza y carácter en la nostalgia.
La colección se construye como un relicario de memorias mexicanas interpretadas desde la modernidad: siluetas alargadas y dramáticas, bordados casi rituales, colores deslavados que conviven con destellos profundos, y detalles que parecen hallados en un jardín secreto. Todo respira un romanticismo oscuro y al mismo tiempo luminoso, donde lo artesanal se mezcla con lo sofisticado, y lo cotidiano se eleva a símbolo.
"En este universo, cada prenda funciona como un amuleto: piezas que no solo visten, sino que cuentan historias, suspendidas entre el pasado y el presente, entre lo efímero y lo eterno."
