¿Quién controla la narrativa? Cómo TikTok dicta (y derrumba) tendencias
- adolfo fuerte
- 19 ago
- 2 Min. de lectura
Hace apenas una década, las pasarelas y las revistas de moda dictaban las tendencias globales. Hoy, ese poder se ha desplazado hacia una pantalla vertical: TikTok. La plataforma no solo amplifica tendencias, sino que las crea y destruye a una velocidad vertiginosa, obligando a las marcas, diseñadores y consumidores a replantear su relación con el estilo y el consumo.
La cultura del microtrend En TikTok, la vida útil de una tendencia se mide en semanas a veces días. Desde la clean girl aesthetic hasta el blokecore o la obsesión por el mob wife look, cada estética emerge como una ola cultural que inunda los feeds y luego se desvanece. Este fenómeno democratiza la moda al permitir que cualquier usuario pueda proponer un estilo, pero al mismo tiempo genera una saturación de narrativas que puede desgastar tanto al consumidor como a las marcas.
El algoritmo como editor de moda Si antes eran los editores de Vogue o los directores creativos quienes moldeaban el deseo colectivo, hoy lo hace un algoritmo. TikTok prioriza lo que mantiene la atención del usuario, y en ese proceso convierte a looks cotidianos en virales y a productos comunes en fenómenos de ventas. El consumidor ya no sigue un calendario de moda tradicional, sino un flujo continuo de microtendencias dictado por la lógica de la plataforma.
Impacto comercial: del lujo al fast fashionLas maisons de lujo han tenido que adaptarse: desde diseñar colecciones con “momentos virales” hasta invitar a tiktokers a sus desfiles. Mientras tanto, el fast fashion aprovecha la velocidad de producción para capitalizar tendencias efímeras en tiempo récord. TikTok se convierte así en un mercado paralelo donde el deseo se produce y se consume sin pausa, pero también se desgasta más rápido que nunca.
Cultura y resistenciaAunque TikTok parece dominar la narrativa, también ha abierto un espacio para la contracultura digital: movimientos que cuestionan el consumo acelerado y promueven la estética personal por encima de las modas pasajeras. Esto genera una tensión interesante: ¿el usuario es esclavo del algoritmo o creador activo de una identidad única?
Conclusión
TikTok no es solo una red social: es un nuevo editor de moda y cultura, con la capacidad de coronar o enterrar tendencias en cuestión de horas. Su influencia marca el futuro de la moda, el marketing y la manera en que entendemos lo “cool”. La pregunta es si este poder seguirá fragmentando la narrativa cultural o si dará paso a una nueva etapa de autenticidad digital.
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